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Cómo almacenar música sin necesidad de comprimir los archivos de audio

Descubre cómo gestionar archivos de música sin necesidad de comprimirlos ni perderlos y sin renunciar a espacio de almacenamiento en el disco.

Mantén tus archivos a salvo con el almacenamiento en la nube de Dropbox
Alguien selecciona un archivo de audio de alta resolución en una carpeta y elige "Mover a Dropbox" para asegurarse de guardarlo de forma segura en la nube.

¿A qué nos referimos con "calidad de sonido"?

Tanto si te apasiona escuchar música como si lo tuyo es crearla, querrás asegurarte de que tu biblioteca de música te ofrezca la mejor calidad posible para tus canciones favoritas. La compresión de audio es una técnica utilizada para reducir el tamaño del archivo, lo que facilita el almacenamiento de música, pero también reduce su calidad.

Al crear tu biblioteca de música, no permitas que las limitaciones de almacenamiento interfieran con la calidad del sonido. A continuación, te damos algunos consejos para garantizar que tu música se escuche como es debido.

Hay varios factores que afectan a la calidad de un archivo de audio. Obviamente, cuanta mayor calidad tenga un audio, mejor se escuchará, pero como los de alta fidelidad suelen ser de gran tamaño, pueden ocasionar problemas con el almacenamiento.

La calidad del audio se mide principalmente por la frecuencia de muestreo y la profundidad de bits, que resumiremos a continuación. Otro concepto importante relacionado con la calidad del sonido es el "audio sin pérdida" o, por el contrario, "con pérdida". Cada formato de audio digital ofrecerá diferentes capacidades en términos de frecuencia de muestreo, profundidad de bits y compresión.

¿En qué consisten la frecuencia de muestreo y la profundidad de bits?

Cuando hablamos de la calidad de un archivo de audio, normalmente nos referimos a su frecuencia de muestreo y su profundidad de bits.

El audio es, en esencia, analógico. Dicho en pocas palabras, el audio se compone de vibraciones u ondas que viajan por el aire. Esas ondas que crean sonidos deben convertirse (digitalizarse) mediante lo que se conoce como "transductores", como los micrófonos y los amplificadores, por ejemplo, que convierten esas ondas sonoras en señales eléctricas.

A continuación, un sistema digital puede registrar esas señales eléctricas "muestreándolas". La frecuencia de muestreo de un archivo de audio es similar a la velocidad de fotogramas de un archivo de vídeo. Hay que tener en cuenta que un vídeo es un conjunto de imágenes fijas o fotogramas. Que un vídeo tenga una frecuencia de fotogramas más alta significa que pasa de un fotograma al siguiente más rápido, lo que hace que sea más fluido. Con las canciones pasa lo mismo, solo que en lugar de hablar de un conjunto de fotogramas, hablamos de un conjunto de muestras de señales acústicas.

Así que, cuanto más rápida sea la frecuencia de muestreo, más fluido será el audio. Un archivo de audio promedio, como el audio de un CD, tiene una frecuencia de muestreo de 44,1 kHz, o 44100 muestras por segundo, mientras que un archivo de "alta resolución" normalmente tiene una frecuencia de muestreo de 96 kHz (96 000 muestras por segundo) o más.

La profundidad de bits es similar a la resolución de un vídeo. En un vídeo, la resolución se define por la cantidad de píxeles que hay en un fotograma. En una canción, la profundidad de bits representa cuántos bits crean un sonido. Cuando se muestrea una señal de audio, se extrae de ella información sonora y se almacena en forma de bits. Cuanto más alta sea la frecuencia de bits, más información se podrá almacenar dentro de cada muestra y más precisa será la replicación del archivo de audio digital con respecto al original.

Hoy en día, un audio de 24 bits y 96 kHz se considera de "alta resolución".

¿Qué es el audio sin pérdida?

En un proceso de compresión de audio con pérdida, los archivos se reducen y se pierden pequeños fragmentos de datos. Si comprimes un archivo de audio en un formato con pérdida y luego lo descomprimes, no podrás recuperar los datos perdidos. La compresión sin pérdida permite comprimir un archivo de audio sin perder información importante.

Si escuchas un archivo de audio con pérdida, probablemente oigas igualmente cada armonía y cada línea de bajo, pero puede que te pierdas algunos de los detalles más sutiles de la producción de la canción. Para una persona audiófila, la diferencia entre un archivo de audio con pérdida y otro sin pérdida probablemente sea bastante notable. Si grabas tu propia música, un audio sin pérdida es absolutamente esencial.

Los archivos MP3 y otros archivos de audio comprimidos con pérdida son más fáciles de gestionar desde el punto de vista del hardware y, por supuesto, más fáciles de almacenar, razón por la cual son más comunes. Los servicios de streaming, como Spotify, utilizan audio comprimido con pérdida, incluso para la cuenta prémium, porque con los millones y millones de canciones que tienen disponibles, si las ofrecieran sin pérdida y sin comprimir, consumirían demasiado ancho de banda.

Formatos de archivos de audio

Además de la calidad del sonido, otros factores importantes con respecto a los tipos de archivos de audio digital son el tamaño del archivo y la compatibilidad de los metadatos. Con "metadatos" nos referimos a la información almacenada dentro de un archivo. En el contexto de los archivos musicales, los metadatos pueden incluir la portada, el artista, el álbum, el título de la canción y cualquier otra información relacionada con esta. Cuando importas un archivo de audio a un reproductor de música, como la aplicación Apple Music, dicho reproductor puede leer los metadatos, clasificarlos y etiquetarlos correctamente con todos los detalles relevantes.

Probablemente hayas oído hablar de muchos de los formatos de archivo que enumeraremos a continuación. Te contamos cuáles son los formatos de audio más comunes. Cada uno de ellos ofrece diferente calidad de sonido, tamaño de archivo y compatibilidad con metadatos y con el sistema operativo.

Formatos de audio con pérdida

MP3

El formato MP3 es el más popular para los archivos de audio. Los MP3 son archivos comprimidos y se prefieren debido a su tamaño reducido. El MP3 es ideal por razones de almacenamiento, particularmente para guardar música en el móvil, que suele tener más limitaciones de espacio, aunque la calidad del sonido no es excelente. Ofrecer un tamaño de archivo tan reducido es lo que permitió que los reproductores MP3 triunfaran, los cuales allanaron el camino para los iPods y, más tarde, los teléfonos inteligentes.

AAC

Los archivos AAC también tienen pérdida y están comprimidos, pero ofrecen mejor calidad de sonido que los MP3. El AAC es el formato que se usa para reproducir música en YouTube y Apple Music, así como para reproducir las canciones que descargas de iTunes. El AAC es la respuesta de Apple al MP3.

WAV

El formato WAV es en el que normalmente se codifica el audio de un CD. Se trata de archivos sin compresión y sin pérdida que ofrecen una calidad de sonido tremenda, pero que ocupan mucho espacio. Los archivos WAV también están limitados en cuanto al tipo de metadatos que pueden admitir, y cuando creas una biblioteca de música online, los metadatos pueden ser bastante importantes.

Ogg Vorbis

El OGG, u Ogg Vorbis, es un formato de compresión con pérdida de código abierto, similar al MP3 y al AAC, pero más versátil. Además, no está vinculado a licencias ni patentes. Este es el formato de archivo que se usa para la música de Spotify. 

Formatos de audio sin pérdida

WAV

El formato WAV es en el que normalmente se codifica el audio de un CD. Se trata de archivos sin compresión y sin pérdida que ofrecen una calidad de sonido tremenda, pero que ocupan mucho espacio. Los archivos WAV también están limitados en cuanto al tipo de metadatos que pueden admitir, y cuando creas una biblioteca de música online, los metadatos pueden ser bastante importantes.

AIFF

El AIFF es el equivalente de Apple al WAV. Es un formato de audio de alta resolución, sin compresión ni pérdida, por lo que se puede esperar una gran calidad a costa del espacio de almacenamiento. El AIFF ofrece mejor compatibilidad con metadatos que el WAV.

FLAC

Los archivos FLAC requieren aproximadamente la mitad de espacio que los archivos WAV, y también ofrecen audio de alta resolución sin pérdida. Se trata de un formato libre de regalías que se usa principalmente para descargar álbumes de alta calidad, pero para los usuarios de Apple, solo se puede acceder a los archivos FLAC a través de la aplicación Archivos (no son compatibles con la aplicación Música).

MQA

MQA es lo que permite a Tidal ofrecer másteres de alta resolución con una calidad fenomenal. Es un formato sin pérdida, pero está comprimido, por lo que es más adecuado para un servicio de streaming.

ALAC

La respuesta de Apple al FLAC es el formato ALAC. Al igual que el FLAC, es un formato de compresión sin pérdida que admite audio de alta resolución. Es compatible con los metadatos y utiliza aproximadamente la mitad del espacio que un archivo WAV. Lo que lo diferencia del FLAC es que, al ser un formato propio de Apple, es más compatible con iTunes y con dispositivos iOS.

¿Qué sucede durante la compresión de un archivo de audio?

Cuando descargas una canción, estás descargando una copia o reproducción del archivo de audio original. Un archivo sin comprimir y sin pérdida es la reproducción más fiel al original que puedes obtener.

A fin de reducir el tamaño del archivo, se utilizan algoritmos de compresión para eliminar partes de una canción que el sistema considera que no serán perceptibles para el oído humano. Al aumentar el volumen de los sonidos de baja frecuencia, la ausencia de sonidos de alta frecuencia se vuelve menos perceptible. A este proceso se llama "enmascaramiento".

Desde un punto de vista logístico, la compresión de audio puede ser una técnica útil. En este contexto, el proceso de compresión funciona reduciendo el rango dinámico de las señales de audio. Con "rango dinámico" nos referimos a la amplitud del volumen: la diferencia entre el volumen más bajo y el más alto que un audio concreto es capaz de producir.

Si un productor tiene un sonido que es muy fuerte al principio, pero que disminuye con el tiempo, puede que quiera comprimirlo para reducir la diferencia de volumen entre ambas partes. Al comprimir un sonido, normalmente se reducirá su volumen general en un primer momento, pero esto se puede equilibrar con una ganancia de compensación, que al final puede hacer que el sonido sea mucho más fuerte de lo que era en un principio. Tanto los complementos de compresión como sus equivalentes analógicos permiten a los usuarios controlar el carácter de la compresión del sonido producida mediante la manipulación del tiempo de ataque, el tiempo de decaimiento y los controles de ganancia: ganancia de compensación y reducción de ganancia.

La compresión de audio es útil para mezclar y masterizar, pero a la hora de almacenar música, comprimir un archivo de audio puede causar más problemas que ventajas.

¿Qué formatos de audio sin pérdida son los mejores?

Es importante tener en cuenta que "sin pérdida" y "sin comprimir" no significan lo mismo. Pongamos los archivos FLAC como ejemplo. Estos archivos están comprimidos a aproximadamente la mitad del tamaño de un archivo WAV o AIFF, pero no tienen pérdida. Los archivos FLAC, que generan una resolución de hasta 32 bits y 96 kHz, pueden ofrecer mejor audio que la calidad de un CD (16 bits y 44,1 kHz).

Así que, si buscas una manera de almacenar tu música sin renunciar a la calidad, pero al mismo tiempo necesitas ser cauto con el espacio, el formato FLAC es el formato que necesitas. Si usas Mac o iOS, ALAC es la alternativa a FLAC.

Sin embargo, si lo que realmente quieres es un audio sin compresión ni pérdida, WAV es el formato indicado. Para usuarios de Mac o iOS o aquellos que busquen una mejor compatibilidad con metadatos, el formato ideal es el AIFF. La compresión sin pérdida es una opción excelente, pero nunca podrá igualar la calidad que ofrece un formato sin pérdidas y sin comprimir.

Aunque quieras la mejor calidad de audio posible para tu música favorita, debes vigilar el espacio de almacenamiento. No encontrarás ningún formato de audio que ocupe poco espacio y que a la vez ofrezca un sonido excepcional sin pérdidas. Entonces, ¿qué puedes hacer?

Almacenamiento en la nube de música sin pérdida

Independientemente de si te dedicas a la música o simplemente te apasiona, seguramente querrás poder almacenar todas tus canciones de forma segura sin renunciar a la calidad. Teniendo esto en cuenta, guardarlo todo en el móvil probablemente no es la mejor opción.

Con el almacenamiento en la nube de Dropbox, podrás almacenar archivos de audio de alta resolución del formato que quieras y acceder a ellos desde cualquier dispositivo que pueda conectarse a Internet. Dropbox no comprime tus archivos cuando los subes, ni los altera de ninguna manera, así que si subes un archivo WAV, por ejemplo, su alta calidad de audio permanecerá intacta.

Como todo se almacenará en la nube, no necesitas preocuparte por el espacio en disco, lo que te da libertad para disfrutar como es debido de una biblioteca musical completa sin pérdidas y sin comprimir. Puedes escuchar las canciones desde la propia aplicación de Dropbox, como si fuera tu servicio de reproducción personal.

También te facilita el uso compartido de música, ya sea que estés compartiendo tu nueva canción favorita con amigos o familiares, o colaborando con los miembros de tu banda. Con Dropbox, puedes compartir rápidamente archivos de audio grandes y de alta calidad con solo hacer clic en un botón y, como todo está en la nube, todo se enviará en un instante.

Disfruta de tu música sin renunciar a la calidad

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