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Cómo una diseñadora gráfica volvió a conectar con su familia y su cultura

Descubre cómo los recuerdos de un maletín antiguo y polvoriento llevaron a una recién graduada universitaria a redescubrir su ascendencia mexicana.

Foto de unos tatarabuelos guardada en Dropbox

Artículo de Valerie Creque

El proyecto universitario de Dominique King sobre comunicación intergeneracional quedó truncado por la pandemia, como tantas otras cosas. Era la primavera de 2020, y Dominique estaba empezando con un proyecto para un curso obligatorio y que funcionaba con voluntarios de la Universidad Estatal de Portland, “Linking the Generations: Communication and Aging” (Unir las generaciones: comunicación y envejecimiento). El curso constaba de debates, ponencias y actividades para concienciar sobre las personas mayores, así que Dominique decidió presentarse voluntaria en una residencia. El plan inicial era ir ahí durante un mes, pero el COVID-19 hizo que fuera demasiado arriesgado. A los estudiantes se les indicó que podían centrarse en alguien a quien conocieran. Dominique eligió a Carmen, su abuela paterna. Dominique y Carmen siempre habían estado muy unidas, pero la vida hizo que conectaran de una forma que no esperaban.

Fotos escaneadas en la cuenta de Dropbox de Dominique King para mostrar que Dropbox permite proteger contenido importante y con valor sentimental

Revivir la historia familiar

Carmen se crió en una granja de Nebraska. Su madre nació en los Estados Unidos, y su padre llegó con su familia desde México cuando era pequeño. La familia mexicoamericana de Carmen quiso hacer todo lo posible por integrarse. Esto provocó que sus orígenes mexicanos quedaran en segundo plano, hasta el punto de que la familia no hablaba español en casa, y ni Carmen ni sus hermanos llegaron a aprenderlo. “Mi abuela era mexicana hasta la médula, pero no llegó a sentirse como tal”, explica Dominique. 

Carmen, que acabó marchándose de Nebraska y se mudó a Oregón, se casó con un hombre blanco americano y tuvieron hijos, entre ellos Robert, el padre de Dominique. Al tener solo un cuarto de ascendencia mexicana, Dominique se sentía aún menos vinculada a esa cultura, pero esto cambió cuando empezó a trabajar en cierto proyecto. Dominique mantuvo el contacto con Carmen por teléfono y viéndola de vez en cuando en alguna reunión familiar. “Nuestros antepasados eran, en cierta manera, un misterio”, dice Dominique. Además, nos cuenta que no sabían muy bien qué había hecho la familia antes de llegar a Nebraska. Visitaron una página web de genealogía para investigar un poco y conocer mejor la historia familiar.

Dominique King sentada en el suelo de su habitación
Descubrieron algunas cosas, como que habían vivido en una granja en la parte central de México, pero tenían problemas para avanzar porque muchos resultados de búsqueda estaban en español. En ocasiones, Carmen mencionó ciertas fotos familiares, pero no sabía dónde estaban. Después de buscar durante mucho tiempo, encontraron un maletín viejo y polvoriento en la parte trasera de un armario que estaba en una de las habitaciones para invitados de la casa de Carmen. Estaba lleno de cosas y muy desordenado. A Carmen le pareció que era la primera vez que veía esas fotos.

Guardar recuerdos preciados

Dominique se puso a escanear las fotos antes de que fuera tarde y a subirlas a Dropbox para conservarlas. “Las escaneamos y conservamos en digital para no olvidar la historia de nuestra familia”, explica Dominique. “Puedo tener varias carpetas, buscar fotos, bisutería o cartas de una persona en concreto y compartirlo todo con mis padres y hermanos. Es una forma muy buena para que todos podamos disfrutar de estos recuerdos”.

En el maletín también encontraron la identificación militar de la época de la guerra de Corea del bisabuelo de Dominique, dinero —monedas de México y Japón—, objetos varios y cartas de amor de sus bisabuelos. Las cartas estaban escritas en español, pero los besos con pintalabios que vieron en uno de los sobres les dieron una pista sobre el contenido.

Dos fotos y una carta escaneadas que se han subido a Dropbox
Dominique leyendo una carta familiar antigua en el suelo

Para su proyecto, Dominique elaboró un árbol genealógico, enmarcó algunas fotos de sus bisabuelos y se grabó en vídeo explicando su experiencia.

“Dropbox me permitió tenerlo todo junto en el mismo sitio y organizado”, comenta Dominique.

Desde que terminó el proyecto, Dominique se graduó a distancia. Carmen falleció después de este logro que Dominique “llevaba mucho tiempo esperando”. “La verdad es que poder celebrar este momento tan feliz con ella fue maravilloso”, añade.

Dominique aspira a formar una familia algún día. “Si conservo el proyecto en digital, algún día podré compartirlo con mis hijos”, explica.

Foto de la carpeta de Dropbox llamada “Familiy Tree” (Árbol genealógico) que se puede compartir, destacar o enviar

Para todos los recuerdos familiares que vale la pena guardar

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