El artista multimedia David Cooper, establecido en la ciudad de Nueva York, ha compartido su icónico pincel con las paredes de hormigón de Brooklyn y Miami. Ha ilustrado libros infantiles (entre ellos la serie infantil de Kevin Hart Marcus, que es un éxito de ventas) y ha trabajado como director de fotografía para revistas nacionales. Hace malabares con todo eso, y con una familia, manteniéndose organizado y conectado con los clientes con Dropbox. "Tengo que estar súper concentrado y ser eficiente con mi tiempo porque tengo estas pequeñas ventanas, estos bolsillos, en los que puedo encajar el trabajo", dice Cooper. "Dropbox me ha ayudado a crear este ecosistema para ser lo más eficiente posible".
Así es como Cooper gestiona y organiza su trabajo creativo:
Carpetas para todo
Cooper confía en una estructura de carpetas organizada para clasificar su trabajo por proyectos y etapas, un sistema que considera clave para hacer malabares con múltiples clientes y disciplinas artísticas a la vez. "Tengo carpetas para todos los archivos: bocetos, finales y de trabajo, lo que hace mucho más fácil entrar y encontrar lo que necesito".

Acceso en todos los dispositivos
El proceso creativo de Cooper suele comenzar con bocetos digitales, que carga en Dropbox. A partir de ahí, sabe que puede seguir trabajando en los archivos más actualizados en su computadora portátil, en su Cintiq (una tablet especial para ilustradores) o incluso en su teléfono, sin preocuparse por el historial de versiones. "Es muy útil tener acceso a todo en cualquier momento o lugar. Eso me encanta", dice.
Envío profesional
Cooper suele presentar dos o tres opciones de boceto diferentes a los clientes. Después de utilizar Dropbox Transfer para enviar las rondas al cliente, puede archivar una versión no utilizada para otro proyecto, o clonar la creatividad aprobada y empezar la siguiente ronda de revisiones. Una vez que el cliente aprueba un diseño, crea una carpeta para los archivos finales y los envía de nuevo con Dropbox Transfer.

Archivos organizados
"Llevo un registro de todos mis bocetos", dice Cooper. "Si un cliente no acaba eligiendo uno, eso no significa que la idea tenga que morir ahí. Hay joyas pequeñas y bonitas en esos bocetos, y siempre puedo tomar una idea y reelaborarla en algo completamente diferente".
Inspiración lista
Cuando Cooper está buscando inspiración, suele abrir una carpeta con bocetos en Dropbox para encontrar una miniatura que le gusta, la amplía a un tamaño legible en su iPad Pro y, a continuación, realiza un seguimiento digital, clarificando las líneas y la composición. "Seguiré refinándolo hasta que tenga un boceto que funcione y, a partir de ahí, puedo imprimirlo, proyectarlo en un lienzo y empezar a dibujarlo".
Tecnología sin fallas
"Es importante que tenga un sistema tan simple como Dropbox porque no soy técnico", dice Cooper. "Me han quitado las cuestiones técnicas para que pueda centrarme en lo creativo, que es lo divertido."
